APL: avances hacia una salmonicultura más sostenible

El Acuerdo de Producción Limpia (APL) impulsado por SalmonChile ha marcado un hito en la salmonicultura chilena, con acciones concretas en cambio climático y economía circular, avances medibles y un proceso de certificación en curso en distintas regiones del país.

El Acuerdo de Producción Limpia (APL) impulsado por SalmonChile ha marcado un hito en la salmonicultura chilena, con acciones concretas en cambio climático y economía circular, avances medibles y un proceso de certificación en curso en distintas regiones del país.

En 2021, SalmonChile, en representación de empresas productoras y proveedoras, firmó un Acuerdo de Producción Limpia (APL) con el objetivo de abordar desafíos en materia de cambio climático y economía circular en la industria salmonicultora.

El Acuerdo de Producción Limpia (APL) es un compromiso voluntario entre el sector público y privado que va más allá del cumplimiento normativo. Su objetivo es anticiparse a los desafíos del futuro mediante metas concretas y medibles en sostenibilidad, economía circular e innovación ambiental. Esta herramienta permite a las empresas liderar con hechos, avanzando en una lógica de mejora continua que transforma buenas prácticas en estándares sectoriales.

Desde el sector público, se sumaron a esta iniciativa la Agencia de Sostenibilidad Energética y la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura, con la coordinación general a cargo de la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático.

Empresas adheridas y acciones implementadas

El APL fue suscrito por 21 empresas del sector, alcanzando un cumplimiento superior al 75% en las metas definidas. Este avance permitió iniciar su proceso de certificación bajo auditorías externas acreditadas por el Instituto Nacional de Normalización (INN), reforzando la trazabilidad y el estándar técnico del acuerdo.

A diciembre de 2024, se habían ejecutado 60 acciones en instalaciones industriales distribuidas entre Biobío, Los Lagos y Aysén, consolidando su implementación con un despliegue territorial real y medible.

Principales hitos alcanzados al término del APL

Según el análisis de INTESAL, la implementación del Acuerdo de Producción Limpia dejó avances concretos y significativos para el sector, marcando un hito en sostenibilidad y gestión ambiental.

  • Se establecieron estándares de medición de Huella de Carbono y Huella de Agua.
  • Se desarrollaron 42 proyectos de valorización de residuos.
  • Se concretaron 10 proyectos con comunidades del territorio donde opera la industria.
  • Se formaron 28 Gestores Energéticos para implementar medidas de eficiencia energética.
  • Se realizaron capacitaciones para aumentar la competencia de profesionales a cargo de acciones del APL.
  • Se elaboró una Hoja de Ruta de Economía Circular específica para la salmonicultura.
  • Se construyó un Manual de Buenas Prácticas para la gestión de residuos en mar.
  • Se desarrolló una base de datos de residuos del sector.

Proceso de certificación y alcance territorial

Como resultado del acuerdo, 19 empresas de la salmonicultura—10 productoras y 9 proveedoras— junto a 80 instalaciones iniciaron el proceso de certificación bajo la Norma INN 2897-2009, que establece criterios de seguimiento, control y evaluación de conformidad. Este paso refuerza el compromiso del sector con estándares verificables y mejora continua. Entre las compañías participantes se encuentran:

  • Multi X
  • Fiordo Austral
  • Cooke Chile
  • Zero Corp
  • Salmones Austral
  • Akva Group
  • Garware Technical Fibres
  • Blumar
  • Cermaq
  • Bioled
  • Salmofood
  • Australis Seafood
  • Yadran
  • Marine Farm
  • Camanchaca
  • Skretting
  • Ventisqueros
  • Veterquimica
  • Pharmaq

Este proceso se está llevando a cabo en las regiones del Biobío, Los Lagos y Aysén, luego de la implementación de las acciones comprometidas en el APL.

Proceso de certificación y alcance territorial

El Acuerdo de Producción Limpia marca un cambio estructural para la salmonicultura chilena. Establece estándares comunes, impulsa la economía circular y robustece la gestión ambiental y energética en toda la cadena de valor.

Más allá de sus logros técnicos, el APL consolida una nueva gobernanza sectorial: una alianza público–privada que no espera la regulación, sino que se anticipa con acciones concretas, alineadas con una visión de sostenibilidad territorial y competitividad global.

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