La Araucanía: cuna del salmón y de su alimentación

La Araucanía es clave para la salmonicultura chilena: produce el 75% de las ovas y cultiva materias primas para su alimentación. Su industria impulsa el empleo local, integra a mujeres y pueblos originarios, junto con promover un desarrollo sustentable.

La Región de La Araucanía se ha posicionado como una piedra angular de la industria salmonera en Chile. En esta tierra de abundancia natural, no solo nace la vida de miles de peces que llegarán a mercados de todo el mundo, sino también los ingredientes esenciales que componen su alimentación.

En otras palabras, esta región no solo es cuna de nuestros salmones, sino también de su nutrición, consolidándose como una pieza clave del proceso productivo del salmón chileno.

El inicio del ciclo del salmón chileno

En La Araucanía, el ciclo de la salmonicultura comienza con la producción de ovas. Cerca del 75% de las ovas de salmón del país, entre ellas las del salmón del atlántico, salmón del Pacífico y trucha arcoíris, provienen de esta región. 

Esta cifra confirma el rol fundamental que juega el territorio para la salmonicultura, garantizando el abastecimiento para los centros de cultivo de salmones.

Las 42 pisciculturas instaladas en comunas como Curacautín, Melipeuco, Cunco, Pucón, Villarrica y Curarrehue, operan en ambientes rurales y naturales que ofrecen condiciones ideales para la crianza en agua dulce. 

Gracias a la innovación y colaboración con universidades y centros de investigación, estas instituciones han implementado prácticas que mejoran la eficiencia y reducen la huella ambiental.

Alimentando a la industria desde la tierra

Pero La Araucanía no solo aporta vida, sino también sustento. Con más de 54.000 hectáreas dedicadas al cultivo de materias primas como raps, trigo, lupino y canola, la región contribuye activamente a la fabricación de alimento para salmones. 

Esta actividad agroindustrial presenta una proyección ambiciosa: se estima que se requerirán hasta 200.000 hectáreas para satisfacer la demanda futura, consolidando aún más el encadenamiento productivo entre el campo y el mar.

Este vínculo entre agricultura y acuicultura representa uno de los mayores beneficios del salmón para la economía local: la creación de empleos, el impulso a emprendimientos y la dinamización de zonas rurales.

Un motor de desarrollo para la zona sur

Más de 6.000 personas trabajan directa o indirectamente en la industria salmonera en La Araucanía. Destaca la alta participación de mujeres (40%) y personas de pueblos originarios (40%), lo que refleja un modelo inclusivo y comprometido con la diversidad. 

Además, el empleo generado suele superar los estándares salariales promedio de la zona, permitiendo que muchas familias permanezcan en sus territorios sin necesidad de migrar en búsqueda de oportunidades.

Producción responsable y diálogo con las comunidades

La industria salmonera en La Araucanía no está exenta de desafíos. Uno de los principales compromisos de SalmonChile y sus asociados es el desarrollo sustentable. Esto implica incorporar tecnologías verdes, mayor eficiencia en el uso del agua, sistemas de recirculación y gestión de residuos bajo un enfoque de economía circular.

La colaboración con comunidades, el Estado y el mundo académico ha sido vital para mantener un diálogo transparente y participativo. Estas conclusiones fueron parte del encuentro Diálogos para la salmonicultura del futuro.

En estas instancias participaron 100 personas provenientes de 11 comunas de la región de La Araucanía. Representaron a 44 organizaciones distintas, entre las que se encuentran empresas salmoneras, sindicatos, proveedores y organizaciones sociales, entre otras.

Un futuro sustentable y con identidad

La Araucanía, con sus paisajes únicos y su gente trabajadora, representa mucho más que un punto de partida para la salmonicultura: es un símbolo de cómo el desarrollo productivo puede ir de la mano con la identidad local, el respeto por el medioambiente y la inclusión social.

La industria salmonera continúa avanzando con responsabilidad, innovación y compromiso, consolidando a esta región como un verdadero corazón del salmón chileno.

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