Opinión | Salmonicultura y antibióticos

Columna de Esteban Ramírez, gerente general del Instituto Tecnológico del Salmón, publicada en El Mostrador

Desde el Instituto Tecnológico del Salmón (Intesal) valoramos el creciente interés por parte de la ciencia y de la academia de investigar y conocer más sobre la salmonicultura, sus ventajas y desafíos. El salmón es la proteína animal con la huella de carbono más baja ,  menor uso de agua y alta eficiencia en la utilización de espacio. Reconocemos que toda actividad agropecuaria tiene externalidades y trabajamos día a día para disminuirlas. Por ello, tenemos la convicción de que el desarrollo de más y mejores conocimientos con base científica permitirá una proyección armónica en el futuro de una actividad que es parte de la solución a los efectos del cambio climático y las necesidades alimentarias.

En este sentido, es importante para nosotros, como Instituto Tecnológico del Salmón, exponer algunos puntos que creemos relevantes respecto al estudio de Juan Navedo, Claudio Verdugo y Valeria Araya, que fue divulgado en una nota de El Mostrador, donde se da cuenta de una supuesta afectación a la biodiversidad de Chiloé por la presencia de antibióticos utilizados en la salmonicultura. Lo anterior, como forma de aportar al debate técnico-científico.

Este estudio, que fue publicado en una revista científica en la modalidad short communication (comunicación breve), tiene el objetivo de evaluar la presencia de bacterias y genes de resistencia en sedimentos y muestras fecales del ave Zarapito de Pico Recto (Limosa Haemastica) en dos entornos asociados a humedales del archipiélago de Chiloé.

Al analizar la metodología de este estudio, se advierte que el criterio de selección de los sitios de muestreos obedeció a que fueran humedales costeros donde esta ave tiene presencia, pero con distinta cercanía a centros de cultivo de salmones en mar. El primer sitio fue Bahía Pullao, que tiene alta presencia en sus alrededores de centros de cultivo de salmón, mientras que el segundo fue Bahía de Caulín, que tiene poca presencia de centros de actividad salmonera, pero está asociado a un asentamiento humano y a un centro de salud.

Lo último es relevante, ya que el estudio indica que la multirresistencia se observa principalmente en bacterias que son comúnmente encontradas en humanos y otros vertebrados en esta área cercana a acuicultura, pero la mayor presencia proviene de antibióticos correspondientes al uso en medicina humana, específicamente Cefoperazona (CFP) y Cefuroxima (CXM), que no son usados para los salmones. De hecho, en la salmonicultura, más de un 98% del antibiótico utilizado es Florfenicol, de uso específico animal y que es usado para una enfermedad específica que afecta solo a los peces.

Asimismo, los resultados indicaron expresamente que no hay una mayor resistencia antibacteriana en la Bahía Pullao (con alta actividad de salmonicultura según el estudio) respecto a la de Bahía Caulín (con menor actividad) para los antibióticos usados en salmonicultura, por lo que no se pudo comprobar que la mayor cercanía a la actividad acuícola estuviera relacionada con una mayor presencia de resistencia en los antibióticos usados en el sector.

Además, en las bacterias aisladas de sedimentos no se manifestó resistencia a florfenicol en ninguno de los dos sitios y, a pesar de haber encontrado en las muestras obtenidas de aves resistencia al florfenicol, particularmente en Bahía Caulín -donde la producción de salmones es escasa-, la frecuencia de detección de resistencia bacteriana al mismo fue baja en proporción a los antibióticos usados en salud humana.

Creemos que este tipo de investigaciones sobre la biodiversidad son muy relevantes. Y en esta advertimos aspectos donde puede ser mejorada, como en la selección del diseño experimental empleado, ya que, entendiendo que el objetivo era detectar la presencia de resistencia y asociarla a la actividad acuícola cercana, se debió evaluar una especie animal que no tuviera un patrón de migración como el Zarapito de Pico Recto, debido a que es posible que este pueda estar en contacto con antibióticos en otros puntos de su migración y no necesariamente en la zona donde se realizó el análisis en Chiloé.

En línea con lo anterior, tampoco se incluyeron en el diseño las otras posibles fuentes de antibióticos aportantes a las zonas de estudios, lo que impide una discusión más ecosistémica del origen de la resistencia detectada, indicando solo la actividad salmonicultora como responsable. Sin embargo, dentro del estudio se menciona que la huella del antibiótico se puede extender más allá del área geográfica donde existen fuentes que influencian el ecosistema, por lo que debieran haberse considerado otras potenciales fuentes de resistencia, como las medicinales, y las veterinarias agrícolas.

La disminución en el uso de antibióticos es una de las prioridades que tenemos dentro de nuestro sector, y por la que estamos trabajando arduamente con acciones y metas concretas. En 2020, las empresas asociadas a SalmonChile disminuyeron en un 15% la utilización de estos respecto a 2019, siendo la menor cifra registrada desde que efectuamos el Informe de Sustentabilidad y marcando un buen precedente para el compromiso de reducir en un 50% su uso a 2025, como parte del acuerdo que tenemos con la ONG internacional Monterey Bay Aquarium.

Creemos en la colaboración, que es parte de los objetivos y el espíritu de Intesal, para desarrollar más y mejores investigaciones en torno a la salmonicultura, teniendo como principal propósito el desarrollo de una actividad más sustentable y comprometida con el medioambiente.

Nuestra invitación es que desde la ciencia, con su rigurosidad, sigan investigando sobre la producción acuícola. Necesitamos más y mejor información, pero reconociendo también las acciones y los esfuerzos que se están haciendo en materia de investigación, tecnología e innovación en el sector. Reiteramos nuestra disposición para conversar, articular  y apoyar los procesos necesarios.

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